El dolor de oído o la otitis externa, conocida popularmente como «oído del nadador», es una infección que afecta el conducto auditivo externo. También incluye la otomicosis, una variante de la infección causada por hongos. Estas afecciones pueden ser dolorosas e incómodas, afectando la calidad de vida de quienes las padecen. En este artículo, exploraremos las principales causas, los tratamientos caseros más efectivos y los momentos clave en los que se debe acudir a un otorrinolaringólogo.
¿Qué es la Otitis Externa?
La otitis externa es una infección de oído que afecta el canal auditivo externo, la parte del oído que va desde la oreja hasta el tímpano. Es frecuente en personas que nadan con regularidad, pero también puede aparecer por otras razones. Se clasifica en dos tipos principales:
- Bacteriana: Causada generalmente por bacterias como Pseudomonas aeruginosa o Staphylococcus aureus.
- Fúngica (Otomicosis): Provocada por hongos como Aspergillus o Candida, más común en climas cálidos y húmedos.
Síntomas Comunes
Los síntomas pueden variar según la causa y la gravedad de la infección, pero los más comunes incluyen:
- Dolor en el oído, que puede aumentar al tocar o mover la oreja.
- Sensación de taponamiento o pérdida parcial de la audición.
- Enrojecimiento e hinchazón del conducto auditivo externo.
- Secreción de líquido claro o pus.
- Picazón intensa, especialmente en la otomicosis.
- En algunos casos, fiebre leve.
Causas Comunes de la Otitis Externa o dolor de oído
Diversos factores pueden favorecer el desarrollo de una infección de oído externo y aumentar los síntomas como el dolor de oído, entre ellos:
1. Exposición al Agua
El agua atrapada en el canal auditivo crea un ambiente húmedo ideal para la proliferación de bacterias y hongos. Esto ocurre con mayor frecuencia en nadadores y personas que se duchan frecuentemente sin secar adecuadamente sus oídos.
2. Uso Excesivo de Cotonetes
El uso de hisopos de algodón puede empujar la cera más profundamente en el canal auditivo, generando bloqueos y eliminando la barrera protectora natural del oído.
3. Traumatismos en el Canal Auditivo
Introducir objetos como ganchos, llaves o uñas dentro del oído puede provocar microlesiones que facilitan la entrada de microorganismos.
4. Condiciones de Salud Subyacentes
Personas con dermatitis, psoriasis o diabetes tienen mayor riesgo de desarrollar infecciones en el oído externo debido a la alteración en la piel y una menor respuesta inmune.
5. Uso de Auriculares o Tapones
El uso prolongado de auriculares o tapones para los oídos puede contribuir a la acumulación de humedad y bacterias en el canal auditivo.
Remedios Caseros para la Otitis Externa
En casos leves, algunos remedios naturales pueden aliviar los síntomas y ayudar a combatir la infección. Sin embargo, si los síntomas persisten, es fundamental acudir a un otorrinolaringólogo.
1. Vinagre Blanco y Alcohol
Una mezcla de partes iguales de vinagre blanco y alcohol isopropílico puede ayudar a secar el canal auditivo y restaurar su pH natural. Se recomienda aplicar unas gotas en el oído afectado y dejar actuar por unos minutos antes de drenar.
2. Aceite de Ajo
El ajo tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas. Calentar un poco de aceite de ajo y aplicar unas gotas en el oído puede aliviar el dolor y reducir la infección.
3. Compresas Tibias
Aplicar una compresa tibia sobre el oído externo puede aliviar el dolor y reducir la inflamación.
4. Aceite de Coco o Aceite de Árbol de Té
Estos aceites poseen propiedades antimicrobianas que pueden ayudar a combatir infecciones leves por hongos y bacterias.
5. Infusión de Manzanilla
La manzanilla tiene propiedades antiinflamatorias. Se puede usar una bolsita de té tibia sobre el oído para aliviar el malestar.
Cuándo Consultar a un Otorrinolaringólogo
Si bien los remedios caseros pueden ser útiles en casos leves, hay situaciones en las que es crucial acudir a un especialista en infección de oído. Se recomienda consultar a un otorrinolaringólogo en los siguientes casos:
- Dolor de oído intenso o que no mejora en 48 horas.
- Pérdida de audición significativa.
- Secreción con mal olor o de color verde/amarillo.
- Hinchazón severa o fiebre alta.
- Si la infección ocurre con frecuencia.
- Si la persona tiene antecedentes de diabetes o problemas inmunológicos.
Prevención de la Otitis Externa
Tomar ciertas medidas preventivas puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar otitis externa:
- Secar bien los oídos después de nadar o bañarse.
- Evitar el uso de hisopos de algodón para limpiar los oídos.
- No introducir objetos extraños en el canal auditivo.
- Usar tapones para los oídos en piscinas o aguas contaminadas.
- Mantener una buena higiene auricular sin eliminar completamente la cera natural.
Conclusión
La otitis externa o dolor de oído es una afección común que puede prevenirse y tratarse con cuidados adecuados. Comprender las causas y síntomas ayuda a tomar medidas tempranas y evitar complicaciones. Aunque existen remedios caseros efectivos, es importante reconocer cuándo es necesario acudir a un otorrinolaringólogo para recibir el tratamiento adecuado. La prevención es clave para mantener una buena salud auditiva y evitar molestias innecesarias en el futuro.

Ponte en contacto